jueves, 8 de enero de 2009

Esta palabra, describe a la clase política mexicana, más específicamente a los panones.

Carlos Montemayor/ II y última

Sobre los mexicanismos gandalla y agandallar

Pues bien, la voz mexicana o, para decirlo con propiedad, el mexicanismo agandayar mantiene ciertos sentidos históricamente documentados desde el gótico y occitano hasta el gallego y el portugués, pasando por el catalán y el castellano mismo. Mantiene el sentido de “ladrón” del gandalla catalán, pero le agrega la condición despreciable o de baja estofa del gandaia portugués y gallego. Conserva en su sentido la “bribonería” del gandaya castellano y del gandaia gallego y lo “elusivo” o “retorcido” de las voces matrices del gótico y del occitano antiguo. Como mexicanismo ha recibido una amplia riqueza de funciones verbales y adjetivas que sólo se comparan quizás con las que ha recibido del gallego. En México se transforma en la voz verbal reflexiva agandayarse, en la sustantiva el agandaye, en el participio y adjetivo agandayado, en la forma sustantiva gandayán que en la frontera norte se aplica al que abusa de la confianza de otro y no solamente al que se apropia de lo ajeno. Pero, por supuesto, la palabra misma gandaya vuelve a servir, revitalizada, para denotar a los que están fuera del camino o que tuercen el suyo, a los asaltantes.

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