viernes, 24 de octubre de 2008

Correo enviado a Miguel Angel Granados Chapa, en relación a un comentario para AMLO, hoy, 24 de octubre, en Plaza Pública, RADIOUNAM. Laura Pimentel

Estimado maestro: Me dirijo a usted, con el respeto que me merece, y a la vez, con la confianza que me atribuyo al escribirle lo que le escribo, por haberlo escuchado por un lapso de tiempo tan largo, como su programa Plaza Pública tiene en el aire, amén de leer muchísimos de sus artículos en revistas y periódicos de circulación actual, aceptando y aplaudiendo su congruencia en el decir, ante los aconteceres tanto políticos como de cultura en general, aunque no siempre de acuerdo, con su manera de calificar las decisiones de la mayoría de la población, que son expresadas a través de nuestro presidente legítimo, Andrés Manuel López Obrador, quién “manda obedeciendo”. En todo caso él no es el necio sino nosotros, la porción de la población en franca resistencia ante un gobierno que ha demostrado ser mañoso y traicionero. Que quede claro que AMLO obedece a su pueblo, y en este caso, también a quienes en asamblea, le pedimos y posteriormente votamos y ganamos por mayoría, que insistiera en que se incorporaran las famosas 12 palabras (ó párrafo ó inciso), al texto de las propuestas, por aceptar (ahora ya aceptadas), para que les resulte menos fácil, a los ‘prianistas’ y algunos perredistas, darle la vuelta a nuestra Carta Magna, a la que han ultrajado y menospreciado y por lo tanto burlado, (y por consiguiente al pueblo entero, no nada más a la resistencia), en éstos últimos regímenes neoliberales que nos han sido impuestos, y que estos mismos, han sumido en la ignominia más profunda, a nuestro pueblo, y con mayor grosería y arbitrariedad este último, el que estamos padeciendo con el más ofensivo y burlón representante, agazapado en el poder. Dejó usted un poco de lado, en todo caso gravísimo, el que se haya usado la brutalidad con la que se trató a la ciudadanía, incluyendo la grosería y falta de consideración, aparte de la ilegalidad, de que sitien el recinto legislativo, para salirse con la suya, imponer su voluntad. No se “nos” hace exagerado, el querer cerrarles el paso, de una buena vez, a las empresas trasnacionales, seguramente asociadas con los mismos gobernantes y algunos políticos, por eso la negativa de incluir la propuesta. Se quisieron incluir el mencionado inciso o palabras o lo que tenga que ser, para no padecer después, cuando ya estén instaladas las empresas transnacionales, con las garras bien clavadas en territorio nacional, y que obviamente la lucha para sacarlos de territorio nacional cuando ya estén establecidas, y habiéndose dado cuenta de la riqueza que se estarán embolsando, con autorización “oficial” (¡¿?!), sería mucho más difícil y cruenta. Por favor maestro, concédanos un poco de razón. Un saludo. Laura Pimentel

Hay que ser sensatos cuando se desata la jauría panista, en tantos (afines) medios de comunicación. Pero lean esta divergencia:

Astillero
Julio Hernández López Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
■ ¡García Luna para la Belisario Domínguez!
■ Cadenero en antro senatorial
■ Ruptura con el Perreducho
Los legisladores perredistas Ricardo Monreal, Pablo Gómez y Carlos Navarrete, durante la sesión en la sede alterna del Senado, donde ayer se aprobó la reforma de Pemex Foto: La Jornada

Convertida en casa de seguridad a cargo de un golpeador miembro del gabinete felipista, la Cámara de Senadores aprobó ayer una serie de enmiendas petroleras cuyas pretensiones y grandilocuencia quedaron difuminadas por la ausencia de 12 palabras que los legisladores-rehenes no pudieron incluir para dejar constancia indudable de clausura de los apetitos privatizadores. La toma policiaca de la Torre del Caballito significó agresiones físicas a ciudadanos en general y obstrucción del paso a diputados y senadores, bajo la supervisión personal de Genaro García Luna, uno de los varios vicepresidentes virtuales de la República que desde la Secretaría de Seguridad Pública pretende erigirse en policía único del país, una especie de Big Brother cuya peligrosidad expansiva quedó de manifiesto en la insólita pero al mismo tiempo sugestiva presencia personal en el recinto alterno senatorial para tomar decisiones políticas mediante el uso de la fuerza y, horas antes, en las acometidas de policías federales contra juanes y adelitas que, a pesar de la represión y los amagos, impidieron el paso a los camiones con senadores a bordo, que como tragicómico ratón loco legislativo buscaban infructuosamente algún resquicio vial por el cual colarse a la sede ordinaria de sesiones de esa cámara, en la calle de Xicoténcatl.
En circunstancias de mínimo pudor político, García Luna debería ser obligado a renunciar por un jefe a quien preocupara el que las armas establecieran restricciones y condiciones en un ámbito de natural debate y diferencia como es el Senado, pero si ese michoacano rindió protesta de su impugnado cargo actual mediante tretas militares que le abrieron una rendija impúdica en un pleno del Poder Legislativo también sitiado, entonces posible será más bien que ese practicante de artes marciales de sometimiento aspire a proponer al policía invasor y porril como candidato a la siguiente entrega de la medalla Belisario Domínguez. Por más que haya sido trastocada la normalidad del país, y los horrores cotidianos hayan hecho descender los niveles de asombro y protesta sociales, no puede dejarse pasar sin alerta el hecho de que un miembro destacado del Poder Ejecutivo formal de este país hubiese creado una versión política del News Divine, con diputados y senadores “sospechosos” o molestos a los que se impidió el paso al improvisado salón de sesiones. Dejar en la impunidad las hazañas de García Luna como cadenero en jefe de un antro senatorial y como coordinador de intencionales grupos de choque contra opositores civiles, es facilitar que en el futuro inmediato se instaure un poder policial de facto que rija y defina lo político y sus vertientes de protesta y disidencia.
Por su parte, el movimiento cívico encabezado por Andrés Manuel López Obrador arrancó ayer una nueva etapa, ... Más verdades sobre lo acontecido ayer en la Ciudad...