lunes, 8 de noviembre de 2010

Nos explica el maestro Arnaldo Córdova; la situación jurídica del DF.

Arnaldo Córdova

He venido comprobando, a través de los últimos tiempos y, debo confesarlo, con una aguda desazón, que muchas personas que fueron o son funcionarios del gobierno del Distrito Federal en las cinco administraciones perredistas hasta el día de hoy (Cárdenas, Robles, López Obrador, Encinas y Ebrard) no han acabado de entender cuál es el verdadero estatuto constitucional de la capital federal y, acaso muy marcados por las difíciles experiencias de gobierno y de oficio que han vivido, tienden con mucha naturalidad a ver en el DF una entidad que, ante todo, necesita ser administrada y controlada muy ejecutivamente, sin entenderse de los complicadísimos problemas de interpretación constitucional que implica su régimen interior y su rol como capital de la República.

Esos problemas no son meramente teóricos o pueden reducirse a simples ocurrencias. Del modo en que los enfoquemos dependerá de que podamos entender con toda claridad el diseño que deberá tener todo intento de reforma política de nuestra entidad capital. No hace mucho, en una entrega anterior, me ocupé de las opiniones negativas de Alejandro Encinas en torno a la municipalización del DF, que él considera absurdas, en una entidad, según su opinión, que requiere, ante todo, ser gobernada unitariamente, desentendiéndose de su democratización. Convertir al DF en un estado de la Federación (que, en realidad, no tenemos por qué buscar convertirlo, pues ya lo es, en la letra misma de la Constitución), organizado, en su régimen interior, en municipios (como manda el 116 constitucional) y con plenos poderes como entidad federal, les parece un exceso a quienes me he referido.

Artículo completo, aquí: México Capital Federal