lunes, 15 de diciembre de 2008

La torturaron, y ahora la acosan. La mexicana Lucía Morett es perseguida, y el gobierno de México "ni la ve ni la oye" y mucho menos la defiende...

Carlos Fazio

Disparen contra Lucía Morett

Después de más de medio año de virtual exilio en Nicaragua, Lucía Morett regresó a México. Es una sobreviviente del horror. Una víctima más del terrorismo de Estado que practica el presidente Álvaro Uribe más allá de las fronteras de Colombia. Lucía es una víctima civil, pero también testigo clave del operativo de guerra sicológica diseñado por Estados Unidos, y ejecutado por Uribe contra un campamento clandestino de las FARC en la selva del Sucumbíos, Ecuador, el pasado primero de marzo.

En la agresión murieron 25 personas, incluidos cuatro mexicanos. Tres mujeres sobrevivieron. Lucía Morett es quizás la única que puede dar testimonio cabal de lo que ocurrió. Al margen de los Convenios sobre la Guerra de Ginebra y otros relativos a la tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes, el personal militar que la interrogó cuando yacía herida, buscaba obtener información de valor inmediato, apartándose de lo que determinan las leyes humanitarias. Un video de la operación militar difundido por el gobierno de Colombia muestra imágenes tomadas con una cámara de visión nocturna, que exhiben a Lucía tirada en el piso, rodeada de soldados que la interrogan. El trato fue hostil, amenazante. Incluso la desvistieron e hicieron comentarios sexuales agresivos. Además, dada la gravedad de sus heridas, un interrogatorio en tales condiciones configura delito de tortura. La tortura está específicamente prohibida en los conflictos armados, internacionales o internos, sin importar si se aplica contra combatientes que hayan depuesto las armas, civiles, o incluso criminales comunes.

Los expulsados del sistema mexicano, son los salvadores del mismo. ¡Faltaba más con estos gobierno neoliberales! No tienen...

Expulsados de su tierra...

México SA

Carlos Fernández-Vega

■ Los expulsados de su tierra aún son el segundo gran pilar de la economía nacional

■ Están entre las primeras víctimas de la crisis en Estados Unidos

A pesar de los pesares, la inyección de recursos de los expulsados de su tierra se mantiene como el segundo gran pilar de la misma economía que los arrojó del país. No se conocen los resultados de los dos últimos meses de este agitado 2008 (un caramelo comparado con 2009), que sin duda serán bastante agrios, pero el monto acumulado de remesas enviadas por la paisanada hasta octubre pasado se aproximó a 20 mil millones de dólares, tan sólo 400 millones menos que en igual lapso de 2007, de acuerdo con cifras del Banco de México.

Entre las primeras víctimas de la crisis económica en Estados Unidos deben anotarse al ejército de mano de obra mexicana –especialmente la indocumentada– y al sector de la construcción en aquel país, que de siempre han escenificado una no muy romántica pareja que camina de la mano. La paisanada sufre laboralmente por la permanente cancelación de obras en el “motor” del mundo, y ante tal perspectiva algunos ya se enfilan hacia su segundo exilio económico, con miras más al norte, a Canadá.

De cualquier suerte, las proyecciones sobre una brutal caída en el flujo de divisas ...