sábado, 1 de noviembre de 2008

Combatir al gobierno de facto y sus apoyadores infaustos, está cabrera pero la resistencia lo puede lograr. ¡Tenemos que seguir luchando!

Bernardo Bátiz V. jusbbv@hotmail.com
Ciudadanía ejemplar
Mientras que los manifestantes en defensa del petróleo y de la economía popular marchaban por las calles del centro de la capital hacia la Cámara de Diputados y aguantaban el frío y el correr de las horas, los legisladores del PAN y del PRI aprobaban, sin discutir, los proyectos de leyes, llenos de complicaciones y recovecos.
Mientras que en las calles los integrantes del movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador daban lecciones de civismo, ejerciendo frente a los escudos de los granaderos sus derechos de reunión y de expresión, los diputados del PAN, dando la espalda a su propia historia, repetían la práctica del mayoriteo sin matices, que tanto combatieron antaño.
Olvidan los panistas, junto con otras cosas, lo que condenaron por décadas: la falta de juego limpio en el Parlamento y la práctica vergonzosa del voto sin razonar, siguiendo tan sólo la consigna del entonces llamado “pastor” y sin atender y mucho menos contestar, los argumentos y razones de los legisladores de oposición.
En el caso de la llamada reforma energética, vaya que si se dieron argumentos, meses de consultas y debates en que prevaleció, por la fuerza de los razonamientos y el amplio conocimiento del tema, la opinión de la oposición en voz de técnicos, juristas, economistas o simplemente de ciudadanos con patriotismo y sentido común; pero a la hora de votar en el pleno toda esa riqueza argumentativa cedió ante la consigna del Ejecutivo y sus corifeos en el Congreso. La nueva aplanadora hizo su aparición al más viejo estilo y los dictámenes se aprobaron tal como llegaron del Senado, sin cambiar una coma y exactamente como lo hacían los priístas por encima de lo que es esencial en un Parlamento, igualdad entre los legisladores, mente abierta para oír argumentos y debate antes de tomar las decisiones.
Ciertamente, mucho se obtuvo; se impidió una reforma constitucional que se había imaginado fácil, frenada por una opinión pública consciente, que no se dejó envolver por la publicidad machacona del gobierno. Ahora que pretenden los “creativos” de Los Pinos presentar a Calderón como el gran triunfador y lo mandan a... Más netas de don Bernardo Bátis (ex panista, y por algo lo es), aquí: http://www.jornada.unam.mx/2008/11/01/index.php?section=opinion&article=034a1cap

Infórmate de lo que el gobierno no quiere que te informes, y desde luego “la tele” tampoco, ni los diarios coludidos con el gobierno de facto.

México SA
Carlos Fernández-Vega cfvmx@yahoo.com.mxcfv@prodigy.net.mx
■ De nuevo las Afore
■ ¿Intervendrá el gobierno?
Otra vez los fondos de ahorro de los trabajadores y sus “minusvalías” (término oficial para no llamar pérdida a la pérdida), que en 2008, hasta septiembre, acumulan alrededor de 53 mil millones de pesos. Dichas “minusvalías” contrastan con las ganancias (aquí sí le llaman cereza a las cerezas) recolectadas, vía comisiones, por los dueños de las citadas “administradoras”.
Miles de millones de pesos (que siempre sí había) han salido de las arcas públicas para “apuntalar” (eufemismo oficial por “rescatar”) a los grandes consorcios bancarios, productivos y comerciales con “problemas de liquidez”, “deuda en dólares pagadera en el corto plazo”, “desajustes cambiarios” por especular en el mercado de derivados, etcétera, etcétera. Ni un solo centavo para contener la pérdida (léase “minusvalía”) del ahorro de los trabajadores.
Que “ya se recuperarán las minusvalías”, grita a coro el “sistema PAN”; cuentas claras e intervención gubernamental exigen los que a veces, según amanezca, son oposición y en otras cogobierno, mientras 62 por ciento de los trabajadores “aforados” tienen ingresos que no pasan de 175 pesos diarios y que en el mejor de los casos recibirán migajas de su ahorro.
Voraces dueños de las Afore que nunca pierden, por muchas “minusvalías” que los trabajadores –convidados de piedra en el negocio– reporten. A pesar de que sólo poco más de 15 millones de cuentas de ahorro para el retiro permanecen activas, los afilados colmillos de los barones del ahorro (ajeno) se clavan, vía comisiones, en el total de las casi 39 millones de cuentas que están registradas (62 de cada 100 de ellas permanecen sin flujo, inmóviles, porque el titular perdió el empleo y se fue a la informalidad, pero al “aforador” le vale un cacahuate y cobra comisión).
... Más de todo este robo de los potentados, claro, apoyados por el gobierno sinvergüenza... aquí: http://www.jornada.unam.mx/2008/11/01/index.php?section=opinion&article=023o1eco