jueves, 3 de septiembre de 2009

Ofrece; sinergia coyuntural, y claridad en el diálogo ¡¿...?!

Calderón: intenciones y vacío

En su discurso ayer en Palacio Nacional con motivo del tercer Informe de gobierno, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, tras reivindicar algunas de las acciones de su administración en el último año, llamó a emprender cambios profundos en beneficio del país y por encima de las diferencias políticas. A renglón seguido, delineó un decálogo de reformas en materia de combate a la pobreza, salud, educación, racionalización de las finanzas públicas, sector energético, telecomunicaciones, política laboral, desregulación, seguridad pública y política electoral, las cuales, según dijo, serán parte central de la agenda del gobierno durante el resto de su mandato.

Lo que en otro momento pudo haber sido la enunciación de medidas pertinentes –que hubiesen incluso ayudado a restañar en alguna medida la imagen de la presente administración, deficitaria de legitimidad desde su origen–, adquirió, en el discurso de ayer, un tono errático y tardío: la mayoría de las enmiendas que planteó Calderón, más otras de mayor calado, tendrían que haber sido discutidas y promovidas a inicios del actual sexenio, cuando la situación en los rubros enunciados era menos apremiante que ahora, y cuando se pudo haber hecho algo por frenar los deterioros económicos, sociales e institucionales que ha padecido el país en los últimos meses.

Por añadidura, el grueso de las medidas enumeradas por el jefe del Ejecutivo chocan con...

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