viernes, 21 de enero de 2011

Ley de APP, la última apuesta de Calderón

Ley de APP, la última apuesta de Calderón

Autor: Ana Lilia Pérez (publicaciones)


19 Enero 2011

En unas semanas, la Cámara de Diputados discutirá la ley más polémica de los últimos años: la de las Asociaciones Público Privadas, que, según especialistas, implica la privatización de todos los sectores y servicios públicos. La iniciativa –presentada por el Ejecutivo en octubre de 2009– representa la última carta de Felipe Calderón para capitalizar el respaldo del sector empresarial a favor del PAN en las próximas elecciones

Con miras a las próximas campañas presidenciales, Felipe Calderón se juega en el Congreso de la Unión su última carta para regresarle al Partido Acción Nacional (PAN) el apoyo del sector empresarial que el blanquiazul perdió en el desempeño de su gobierno: la Ley de Asociaciones Público Privadas (LAPP), que, en términos llanos, abre a la iniciativa privada todos los sectores, bienes y servicios que por mandato constitucional controla el Estado; de allí que el politólogo e historiador Arnaldo Córdova, investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), defina dicha ley como el “fin del Estado mexicano”.

La posibilidad de lucrativos negocios en áreas del sector salud, educación, seguridad pública y, sobre todo, energético llevó a las cámaras empresariales a replantear su respaldo a la continuidad del PAN en el gobierno federal, condicionado aún a la aprobación de la LAPP, que en octubre pasado fue avalada por el Senado de la República y está próxima a discutirse en la Cámara de Diputados.

Aunque los empresarios tampoco están de brazos cruzados, la cabildean en público y privado. Algunos, como el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Eduardo Correa, colocan en la agenda pública la “urgencia” de que la Cámara de Diputados ratifique la ley para su entrada en vigor.

En San Lázaro, la minuta actualmente se encuentra en comisiones, y se espera que sea una de las primeras en llevarse al pleno hacia febrero o marzo; sin embargo, algunos grupos parlamentarios, como el del Partido del Trabajo (PT), se preparan para combatirla “dada su agresividad sin precedente en contra de las atribuciones y potestades económicas del Estado”, dice la legisladora Ifigenia Martínez Hernández.

Una ley torcida

El 10 de noviembre de 2009, Felipe Calderón envió al...

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Obama: del desencanto a la desesperanza

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, arribó ayer a la mitad de su mandato con el anuncio –formulado por su vocero, Robert Gibbs– de que se presentaría a contender por un segundo periodo de gobierno, a finales del año entrante. Es significativo que la primera admisión pública de las intenciones de Obama por relegirse se produzca en medio de un panorama adverso y de un marcado desgaste del impulso político que lo llevó –hace dos años– a convertirse en el primer presidente no caucásico de ese país, en un referente de los ánimos de renovación política y moral para millones de ciudadanos estadunidenses y en una esperanza de cambio en la proyección de Washington hacia el mundo.

La expresión principal de ese deterioro es la derrota electoral que sufrió su partido, el Demócrata, en las elecciones de noviembre pasado, en las que el conservadurismo republicano obtuvo el control de la Cámara de Representantes y varias gubernaturas. El episodio ha representado, para los ámbitos liberales y progresistas de la sociedad estadunidense, el inicio de un periodo de desilusión sobre la perspectiva de que se concreten los virajes internos que requiere ese país en todos los ámbitos. En efecto, si el primer presidente afroestadunidense fue incapaz de avanzar la parte sustancial de su programa de gobierno durante el periodo en que contó con instancias legislativas controladas por sus correligionarios, no parece probable que pueda hacerlo ahora, con la Cámara de Representantes dominada por sus rivales políticos.

En forma paradójica, las vacilaciones e inconsecuencias del propio Obama para...

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