domingo, 23 de noviembre de 2008

Para aclarar dudas, de la decisión de Encinas y para que se entienda lo que es necesario hacer con los otros dos partidos del FAP PT y CONVERGENCIA

Arnaldo Córdova
El TEPJF y el conflicto en el PRD
En todo el mundo, los tribunales electorales juegan a la política. Es lo menos que se puede esperar de ellos, pues, aparte de interpretar bien (sobre todo cuando se trata de una última instancia jurisdiccional) los ordenamientos escritos, deben calcular siempre los alcances prácticos, políticos, que sus resoluciones traerán consigo. Lo que se espera de ellos, empero, es que hagan buena política. El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre el conflicto que ha vivido el PRD muestra que sus integrantes no supieron interpretar los ordenamientos jurídicos y, encima, jugaron muy mal a la política.
Dijeron que tuvieron siempre a la vista los documentos básicos del PRD, y ya un lector de La Jornada les mostró que ni siquiera se saben la nomenclatura estatutaria de los órganos de dirección del partido. Se ha dicho que esa resolución fue un premio a los chuchos por algo que negociaron. Lo que resulta claro es que fue un fallo atentatorio contra la integridad y la unidad interna de un partido y ha levantado una tormenta que nuestros ilustres magistrados debieron haber previsto y haber evitado, por el bien público.
Desde un principio yo creí que lo justo hubiera sido anular esas elecciones internas, que mostraron ser las más sucias que se hayan visto en la arena política nacional. Decidir en esas condiciones sobre quién podría tener razón era un albur, no una razón jurídica (y menos política). Lo que hoy está viviendo el PRD es obra del tribunal. El conflicto no fue resuelto y ahora está más enconado que nunca. Me pregunto cómo es posible que el juzgador no haya tomado en cuenta que muchas casillas fueron impugnadas porque no se instalaron. Los estatutos del PRD prevén la anulación de las elecciones si las casillas anuladas sobrepasan el 20 por ciento. Y nos dicen que eso no cambió el resultado. Realmente, o son unos brutos o piensan que los demás lo somos. Pero ésa es harina de otro costal. El hecho es que actuó mal, políticamente mal, y eso fue lo peor. Más claridad, búscala aquí: http://www.jornada.unam.mx/2008/11/23/index.php?section=opinion&article=006a1pol

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