sábado, 22 de noviembre de 2008

Artículo de la co-autora del documental "Shock Doctrine" (barra de videos de este blog).

Naomi Klein http://naomiklein.org/
Elogio a una turbulenta transición
Mientras más detalles son revelados, más obvio resulta que el manejo de Washington del rescate de Wall Street no solamente es incompetente. Raya en lo criminal.
En un momento de gran pánico, a finales de septiembre, el Departamento del Tesoro estadunidense promovió de manera unilateral un cambio radical en los impuestos pagados por las fusiones de bancos, un cambio que la industria durante mucho tiempo buscó obtener. A pesar de que esto privará al gobierno de hasta 140 mil millones de dólares en ingresos fiscales, los legisladores se enteraron ya que estaba consumado el hecho. Según The Washington Post, más de una docena de abogados fiscales coincidieron en que “no era competencia del Departamento del Tesoro emitir una notificación [de un cambio fiscal]”.
También son de dudosa legalidad los acuerdos de activos que el Departamento del Tesoro negoció con muchos de los bancos de Estados Unidos. Según el congresista Barney Frank, uno de los arquitectos de la legislación que permite los acuerdos, “cualquier uso de estos fondos para un propósito distinto a los préstamos (para bonificaciones, para indemnizaciones por despido, para dividendos, para adquisiciones de otras instituciones, etcétera) es una violación de la ley”. Sin embargo, así es como se están usando los fondos.
Luego están los casi 2 billones de dólares que la Reserva Federal entregó como préstamos de emergencia. Resulta increíble que la Reserva Federal no haya revelado qué corporaciones han recibido estos préstamos o qué ha aceptado en garantía. Bloomberg News opina que este secreto viola la ley y ha presentado una demanda federal para que se dé a conocer la información.
A pesar de toda esta potencial delincuencia, los demócratas defienden la administración o se rehúsan a intervenir. “Sólo hay un presidente a la vez”, escuchamos decir a Barack Obama. Es cierto. Pero cada privilegiado acuerdo del débil periodo final de la administración de George W. Bush amenaza con menguar la habilidad de Obama de cumplir con su promesa de un cambio. Por mencionar un caso, los 140 mil millones de dólares ausentes del ingreso fiscal son casi el monto programado para el programa de energías renovables de Obama. Éste le debe a la gente que lo eligió llamarlo por su nombre: un sigiloso intento de minar el proceso electoral. Sí, sólo hay un presidente a la vez, pero ese presidente necesitaba el apoyo de demócratas con poder, incluyendo a Obama, para que se aprobara el rescate. Ahora que queda claro que la administración de Bush está violando los términos que ambos partidos acordaron, los demócratas no sólo tienen el derecho, sino la grave responsabilidad de intervenir enérgicamente.
Para leer todo el artículo pícale aquí: http://www.jornada.unam.mx/2008/11/22/index.php?section=opinion&article=028a1mun

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