sábado, 25 de octubre de 2008

No cabe duda que no hay ni rumbo ni partdida... bueno partida de madre para el pueblo sí.

Editorial
Calderón: crisis y despropósito
En el marco de la reunión que sostuvo con el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, instó a los exportadores del país a aprovechar la supuesta “ventaja” que representa el alto precio del dólar (13.50 pesos al concluir la jornada de ayer) e incluso añadió: “me atrevo a decir que durante años y por las razones que se quiera (se tuvo) un tipo cambiario notablemente apreciado, que dificultaba la competitividad de los exportadores”.
En un momento en el que privan la incertidumbre y la desconfianza frente a la crisis económica mundial, originada en los descalabros del sector financiero estadunidense –como se ha visto reflejada en las cuatro caídas consecutivas sufridas esta semana por la Bolsa Mexicana de Valores–, y en el que urgen, por tanto, atisbos de un rumbo económico claro y congruente, resulta alarmante la actitud de un gobierno que, por un lado, gasta en unos cuantos días más de 13 mil millones de dólares de la reserva internacional del Banco de México, precisamente para contener el alza en el precio del dólar, y que incurre, por el otro, en despropósitos como el mencionado, al pretender justificar y aun encomiar la depreciación de la divisa nacional frente a la estadunidense.
La recomendación lanzada por Calderón a los empresarios –obtener ventaja de la actual situación cambiaria– revestiría una mínima congruencia si la baja del peso frente al dólar formara parte de las directrices de política económica del gobierno –en este caso, con miras al fomento de las exportaciones–, y si se tuviera en la actualidad un régimen de paridad controlado por las autoridades monetarias. Lo cierto es que ninguna de esas dos circunstancias se cumple: si la alta cotización de la divisa estadunidense fuera parte de las medidas emprendidas deliberadamente por el gobierno calderonista no se entendería la premura con que se convocó, el pasado 8 de octubre, a la Comisión de Cambios para que el Banco de México frenara, vía subastas, el ascenso del dólar frente al peso; por otra parte, debe recordarse que el actual tipo de cambio es fluctuante, y que la moneda estadunidense es considerada, en ese sentido, como un producto más sometido a la ley de la oferta y la demanda, fuera del control del gobierno.
Ante lo dicho por Calderón se despiertan, por añadidura, inevitables sospechas en relación... Más verdades sobre el ESPURIO aquí: http://www.jornada.unam.mx/2008/10/25/index.php?section=opinion&article=002a1edi

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