jueves, 16 de octubre de 2008

Más de lo mismo para los ricos y más de lo mismo para los pobres, "equitativo" el asunto

México SA
Carlos Fernández-Vega
■ Grandes utilidades amarradas, impunidad garantizada y chivos expiatorios a elegir, lo de siempre en la “continuidad”
Es tal la “solidez” del mexicanísimo “navío de gran calado”, que un compacto “grupo” de empresas privadas, pero fundamentalmente una sola, provocó el derrumbe del mercado cambiario nacional y “obligó” al gobierno federal a “inyectar” poco más de 8 mil 900 millones de dólares (y contando) en reservas internacionales para intentar detener el desplome. Ese puño de consorcios, pero en especial uno dedicado a los abarrotes y otras menudencias, habría arrasado con casi 11 por ciento de dichas reservas en sólo tres jornadas financieras.
Lo anterior, si se hace caso a la siempre sesgada versión oficial de que sólo un “grupo” de empresas, pero particularmente la Controladora Comercial Mexicana (devoradora de la gran mayoría de reservas “inyectadas”), fue el causante de la debacle cambiaria, la sacudida económica y la zozobra del “navío de gran calado”.
Tan “sólida”, pues, que cuatro o cinco empresarios amafiados tienen sobrada capacidad para reventar la tan cacareada “fortaleza” económica y financiera del país en un abrir y cerrar de ojos, porque la misma versión oficial asegura que antes de tal atraco “no existía signo alguno que dejara ver la presencia de problemas”. Por el contrario, según ella, los alfileres que sostienen a la economía y las finanzas nacionales estaban más sólidos que el acero.
Pero ese “grupo” de consorcios (obviamente con sus barones a la cabeza) no sólo pudo reventar el mercado de cambios y operar en beneficio propio cuando le de la gana, sino que a raíz del escándalo y de la indignación social ante el nuevo asalto a la nación logró amarrarle la “lengua floja” a ciertos funcionarios de primer nivel y gran volumen que estuvieron a punto de violar el sagradísimo voto de silencio que tan resultón ha sido para los negocios de la gran famiglia financiera público-privada del país a costillas del erario, amén de contener la “investigación” que supuestamente realizaría la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (una de las legalmente encargadas de evitar este tipo de situaciones) en contra de quienes atracaron las reservas internacionales, y reducir el perfil de los causantes del atraco a ejecutivos de tercero o cuarto nivel, para que los verdaderos causantes –los amadísimos barones– salvaran el pellejo una vez más.
Días atrás el doctor catarrito, Agustín Carstens (quien ya no siente lo duro sino lo tupido), se animó a decir que el ataque al mercado cambiario “tuvo relación con operaciones especulativas de un grupo de empresas nacionales para obtener utilidades”, y proporcionó el primer nombre: Comercial Mexicana (que preside Guillermo González Nova) participó activamente en el atraco a las reservas internacionales, y ya que estaba animándose para soltar el segundo, y tal vez el tercero, alguien de mayor nivel que él levantó el teléfono para ordenarle “párale, cierra la boca”, toda vez que los barones ya habían movido sus piezas y enseñado sus facturas.
Si el secretario de Hacienda aseguraba que ... Más del artículo aquí: http://www.jornada.unam.mx/2008/10/16/index.php?section=opinion&article=034o1eco

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