MEXICO (El Universal)
jueves, 8 de enero de 2009
Timorato es lo menos que podemos llamar al espurio y a sus acciones
MEXICO (El Universal)
Para variar, como dice Muñoz Ledo, timorato e insuficiente. Creemos en que lo son , tanto su "Plan" como el que lo prpuso.
Plan tardío e insuficiente
El titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, presentó ayer el Acuerdo nacional en favor de la economía familiar y el empleo, que a su decir, está orientado a “superar con mayor rapidez los efectos de la situación económica adversa”. El programa gira en torno de cinco ejes principales –apoyo al empleo, la economía familiar y las pequeñas y medianas empresas; inversión en infraestructura, y eficiencia del gasto público– y consiste en 25 acciones, entre las que destacan la congelación de los precios de las gasolinas durante todo el año; reducción de 10 por ciento en el precio del gas LP; baja en las cuotas de las tarifas eléctricas –“la de alta tensión disminuirá 20 por ciento, la de media 17 por ciento, y las de baja tensión y comercial 9 por ciento”–; la asignación de recursos adicionales a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a las entidades federativas –17 mil y 14 mil millones de pesos, respectivamente– para inversión y desarrollo de infraestructura, así como acciones para que el gasto público se ejerza de forma “más transparente, más eficiente y (...) con mayor oportunidad”.
Esta palabra, describe a la clase política mexicana, más específicamente a los panones.
Carlos Montemayor/ II y última
Sobre los mexicanismos gandalla y agandallar
Pues bien, la voz mexicana o, para decirlo con propiedad, el mexicanismo agandayar mantiene ciertos sentidos históricamente documentados desde el gótico y occitano hasta el gallego y el portugués, pasando por el catalán y el castellano mismo. Mantiene el sentido de “ladrón” del gandalla catalán, pero le agrega la condición despreciable o de baja estofa del gandaia portugués y gallego. Conserva en su sentido la “bribonería” del gandaya castellano y del gandaia gallego y lo “elusivo” o “retorcido” de las voces matrices del gótico y del occitano antiguo. Como mexicanismo ha recibido una amplia riqueza de funciones verbales y adjetivas que sólo se comparan quizás con las que ha recibido del gallego. En México se transforma en la voz verbal reflexiva agandayarse, en la sustantiva el agandaye, en el participio y adjetivo agandayado, en la forma sustantiva gandayán que en la frontera norte se aplica al que abusa de la confianza de otro y no solamente al que se apropia de lo ajeno. Pero, por supuesto, la palabra misma gandaya vuelve a servir, revitalizada, para denotar a los que están fuera del camino o que tuercen el suyo, a los asaltantes.